Sus cuevas que se remontan a los inicios de la isla de Menorca, la convierten en una de las calas más históricas de la isla. Además, es un lugar de refugio para todo navegante.
Calas Coves
Cales Coves es un conjunto de calas y cuevas del sur de Menorca protegidas por unos acantilados espectaculares. Se sitúa en el municipio de Alayor, tan solo a 10 km de la ciudad, la convierten en un lugar idílico para acceder por tierra y mar. El tramo de costa de 1,3 millas náuticas que separa la Cala de Canutells de CalesCoves se significa por sus verticales acantilados abruptos y de hasta setenta metros de altura, coronados por matorrales expuestos al característico viento de Migjorn.
El principal atractivo de Cales Coves es, además del entorno Natural y un mar que parece una piscina, son sus cuevas prehistóricas. Sus casi 100 cuevas que conforman los acantilados son de elevado interés cultural, ya que se trata de cuevas artificiales que fueron utilizados como Necrópolis durante la Edad de Bronce. De hecho, se trata de la mayor Necrópolis de todo Menorca y está integrada en el Área Natural de Especial Interés de Menorca, es todo un patrimonio histórico
Además de su historia, la cala se caracteriza por ser un entrante marino que, al tocar tierra se bifurca dando origen a dos ensenadas, aisladas y vírgenes. Una vez en la cala, el mar es una pisicina. Además, es una playa muy estrecha, por lo que goza de una baja afluencia de bañistas. Es ideal para el fondeo de embarcaciones. De hecho, muchas de ellas se refugian en la Cala durante sus travesías por la costa sur de la Isla. Su fondo es arenoso en el centro, pero profundo y rocoso en los laterales. En fin, un auténtico paraíso para los buceadores.
Para aquello que deseen acceder por tierra deben tomar la carretera de Sant Climent a Cala en Porter. Después, deben girar a la izquierda en el km 8,5 en dirección a la pequeña urbanización Son Vitamina. Y siguiendo las indicaciones, deberán tomar un camino sin asfaltar que les llevará a la cala y sus acantilados rodeados de cuevas. Se sumergirá en plena historia de la isla Menorquina.
La oferta gastronómica es nula, así que debe llevar un buen picnic para comer sentado disfrutando de las hermosas vistas. Es una playa que quizá no destaca por su comodidad, pero si por su belleza y encanto. Un sitio espectacular que ningún viajero debe quedarse sin visitar.
Finalmente, para los amantes de las aventuras, gracias a sus acantilados podrá encontrar diversos sitios para saltar. Eso sí, vaya con cuidado que dado su enclave único y especial no dispone de servicio de socorrismo. Es sin duda, una de las maravillas de la isla.